jueves, 29 de agosto de 2013

5 errores masculinos en el preludio o precoito sexual

El preludio o precoito sexual es un aspecto clave para el inicio de cualquier relación sexual, así como parte fundamental para que ambas partes alcancen el estado ideal físico y emocional para dar el siguiente paso en la intimidad.


La sensualidad, el erotismo y la comunicación sexual son ingredientes esenciales para una experiencia placentera y satisfactoria. Sin embargo, es muy frecuente que debido a ciertos detalles, falta de experiencia, nerviosismo o ansia, los hombres incurran en algunas prácticas durante el preludio sexual que son poco recomendables, pues tienen un efecto contrario en ellas.
Errores más comunes:

 “El lenguaje del preludio o pre coito es sensual, colorido y tiene como objetivo la seducción del otro”. Es flexible y fluido, pero se deben evitar ciertas cosas que pueden ser poco deseables, como las que se  mencionan a continuación:

1. Apresurarse a desvestirse. No fuerces las cosas, intentado desnudar a la mujer antes de que ella te de una clara señal de que eso es lo que desea.

2. Desvestirse a medias. A ninguna mujer le gusta sentirse presionada ni que no te tomas el tiempo para hacerlo todo cuidadosamente. Además de verse poco sensual los pantalones a las rodillas, implicará mayor dificultad para desempeñarse bien.

3. Tomar fotos o video sin consentimiento. No creas que a todas las mujeres les encanta ver que las grabas, de hecho, para muchas es más angustiante saber que lo haces; por ello, si te piden que no lo hagas, déjalo de lado, de lo contrario ella sólo se preocupará por ello en lugar de disfrutar la relación.

4. Chupetones. Es algo altamente erótico el practicar suaves y delicadas succiones en los lados del cuello o de las piernas e inglés, si lo haces con cuidado, porque si te sientes Drácula le dejarás un recuerdo poco agradable y/o doloroso.
 
5. No preguntes cosas obvias. En ocasiones, con el afán de saber todo lo que le gusta, puedes caer en ser aburrido y poco espontáneo. Aprender a reconocer sus reacciones y lenguaje corporal te guiará de mejor manera para saber lo que la excita.

Uno de los mayores secretos para un excelente preludio o precoito sexual, según diversos especialistas, es dejarse llevar por el deseo mismo, pero bajo la premisa de que todo lo que hagas sea con la intención de centrar el placer en tu pareja, lo cual se verá “recompensado” en igual o mayor intensidad.

sábado, 24 de agosto de 2013

10 SEÑALES DE VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO










Cuando se menciona la palabra “violencia” al instante se piensa en agresiones físicas, mutilaciones, homicidios, sin embargo ésta está presente en la vida cotidiana de las relaciones de pareja que en muchas ocasiones para desapercibida.

Esperanza Carlos Hernández, psicóloga de la UNAM en entrevista con SD explica que “la agresión puede surgir cuando el hombre y la mujer están en desacuerdo y compiten por el control y la influencia. Si uno de los dos siempre quiere tener el dominio de la relación puede generar una pareja con problemas de agresividad”. Recomienda en estos casos aprender a reconocer cuando no se está participando equilibradamente en las decisiones de pareja, por ejemplo, uno de los dos siempre elige a qué lugar ir, qué ropa comprar o usar, impide ir a fiestas, hasta llegar a influir o controlar el comportamiento laboral o social del otro.

El INEGI en conjunto con el Instituto Nacional de las Mujeres ha llevado a cabo en tres ocasiones la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), donde se registran los casos de violencia tanto físicos como emocionales que sufren las mujeres en el país. En los criterios de evaluación identificaron cinco tipos de violencia: física, emocional o psicológica, sexual, económica y patrimonial.

La versión más reciente de este estudio se realizó en 2011 con encuestas realizadas en 128 mil viviendas en ámbitos rurales y urbanos, donde se recabó que del total de las cuestionadas de 15 años o más, un 46.1% había sufrido algún incidente de violencia en pareja en su actual o última relación, siendo el Estado de México la entidad con mayor porcentaje (56.9%), el DF está en cuarto lugar con casi 52%. Un 42.4% de estas mujeres dijo haber recibido agresiones emocionales y el 24.5% declaró que, en algún momento de su relación, su pareja intentó controlar la forma en que gasta su dinero.

Por otro lado, la violencia física se vio reflejada en 13.5% de este grupo, provocándoles daños permanentes o temporales, en este rubro – una vez más- el Estado de México resultó más alto. En cuanto a la violencia sexual, el 7.3% de ellas dijo haber sido intimidada o dominada para tener relaciones sexuales sin su consentimiento.

Además de los datos duros, la encuesta también dejó entrever que muchas señales de violencia son ignoradas o incluso justificadas, por ejemplo, casi un 17 por ciento de las mujeres estuvo de acuerdo con que ““una esposa debe obedecer a su pareja en todo lo que él ordene” y otro 15% consideró como una obligación el tener relaciones sexuales con su cónyuge. Respecto a eso, la también catedrática de la Facultad de Psicología de la UNAM identifica algunos de los factores por los que las personas pueden desarrollar actitudes violentas o solaparlas: Maltrato o poco afecto por parte de los progenitores, desempleo, por imitar los que hacen otras personas que emplean la agresión para resolver problemas, pasar por un proceso de divorcio, alto nivel de estrés, sentimiento de frustración por los fracasos sentimentales o laborales a lo largo de su vida, los valores respecto a la agresión que predominen en su estrato social o que comparten con amigos y familiar.

IDENTIFICACIÓN Y PREVENCIÓN

 En ambas investigaciones el común denominador, y aspecto más preocupante es que las personas son incapaces de identificar la violencia como tal, es decir, creen que es natural que en una relación se llame a todas horas, se cele y se golpee “jugando”. Esta “ceguera” se da porque la agresión durante el noviazgo tiene un alto contenido afectivo y emocional que hace que se disfrace y pase desapercibida. Sumado a las educaciones costumbristas que algunas personas podrían tener y conceptos como el machismo. La especialista Esperanza Carlos diferencia las agresiones en físicas y en emocionales, en las primeras identifica los golpes, jalones, insultos, amenazas y las expresiones que persiguen el propósito de herir a la otra persona como “Decir ‘qué fea te ves hoy o qué tonto eres’ “, ejemplifica. Por la parte emocional, “cuando alguien es muy hostil logrando que la persona se sienta mal, afligida, afectando a la pareja, mientras el agresor no siente remordimiento alguno, con frases como ‘Tú nunca puedes lograr nada”.

Algunas señales de violencia psicológica a identificar es cuando tu pareja reacciona de forma exagerada a situaciones de celos, chantajes, o situaciones de la vida cotidiana y puede ser un alto nivel de riesgo. Algunas personas tienen inclinación permanente a la violencia, otros usan la agresión para lograr algún propósito y algunos otros son sólo rápidos en explotar en ira intensa”, continúa la psicóloga Carlos Hernández.

Aquí te dejamos 10 señales con las que podrás reconocer si tu pareja tiene tendencia a la agresión o si te encuentras dentro de una relación peligrosa:

1.    Te pone apodos o te llama de maneras que te desagradan, sobre todo en público.

2.    Ha intentado chantajearte sentimentalmente, o lo has descubierto mintiendo y engañándote.

3.    Trata de controlar tus actividades, con quién sales, revisa tu celular e incluso te hace prohibiciones.

4.    Te cela, insinúa que andas con alguien más, o te compara con sus ex novias.

5.    Ha destruido alguna posesión tuya (cartas, regalos, celulares).

6.    Identificas que te “manosea” o hace caricias agresivas.

7.    Te ha golpeado argumentando que es “de juego”.

8.    Ha ocurrido violencia física: cachetadas, empujones, patadas hasta puñetazos.

9.    Amenaza con golpearte, encerrarte, dejarte o incluso con matarte.

10. Te obliga a tener relaciones sexuales o incurre en violaciones.

 La psicóloga hace referencia a Virginia Satir, una terapeuta estadounidense: “un factor determinante en la forma de calificar una experiencia amorosa o tener expectativas ante ella es la autoestima pues ‘entre más elevada sea, menos dependeremos de la demostración concreta y continua de valor que tenemos del cónyuge, para sabernos valiosos.

 Por el contrario, si nuestra concepción del yo es baja, tendremos a depender de las autoafirmaciones constantes originando ideas equivocadas de lo que puede ser el amor´”, dice. Ante las primeras señales, indica que es muy probable que la violencia aumente o que pase del abuso psicológico al físico, por lo que se recomienda estar consciente de las consecuencias y buscar ayuda profesional. En cuanto a los casos más graves se debe acudir a interponer una denuncia a la delegación correspondiente, o al Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (CAVI).

Por último, Esperanza Carlos nos dice que “el amor no puede cumplir con todas las exigencias que la vida de pareja presupone, también son fundamentales la inteligencia, la información, la conciencia y la competencia, complementando la satisfacción del individuo. No debes tener una relación violenta, debes tener una pareja complementaria y compartir la vida”.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección:
http://www.sinembargo.mx/30-06-2013/659780. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX


Cuando se menciona la palabra “violencia” al instante se piensa en agresiones físicas, mutilaciones, homicidios, sin embargo ésta está presente en la vida cotidiana de las relaciones de pareja que en muchas ocasiones para desapercibida.
Cuando se menciona la palabra “violencia” al instante se piensa en agresiones físicas, mutilaciones, homicidios, sin embargo ésta está presente en la vida cotidiana de las relaciones de pareja que en muchas ocasiones para desapercibida.

Esperanza Carlos Hernández, psicóloga de la UNAM en entrevista con SD explica que “la agresión puede surgir cuando el hombre y la mujer están en desacuerdo y compiten por el control y la influencia. Si uno de los dos siempre quiere tener el dominio de la relación puede generar una pareja con problemas de agresividad”. Recomienda en estos casos aprender a reconocer cuando no se está participando equilibradamente en las decisiones de pareja, por ejemplo, uno de los dos siempre elige a qué lugar ir, qué ropa comprar o usar, impide ir a fiestas, hasta llegar a influir o controlar el comportamiento laboral o social del otro.

El INEGI en conjunto con el Instituto Nacional de las Mujeres ha llevado a cabo en tres ocasiones la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), donde se registran los casos de violencia tanto físicos como emocionales que sufren las mujeres en el país. En los criterios de evaluación identificaron cinco tipos de violencia: física, emocional o psicológica, sexual, económica y patrimonial.

La versión más reciente de este estudio se realizó en 2011 con encuestas realizadas en 128 mil viviendas en ámbitos rurales y urbanos, donde se recabó que del total de las cuestionadas de 15 años o más, un 46.1% había sufrido algún incidente de violencia en pareja en su actual o última relación, siendo el Estado de México la entidad con mayor porcentaje (56.9%), el DF está en cuarto lugar con casi 52%. Un 42.4% de estas mujeres dijo haber recibido agresiones emocionales y el 24.5% declaró que, en algún momento de su relación, su pareja intentó controlar la forma en que gasta su dinero.

Por otro lado, la violencia física se vio reflejada en 13.5% de este grupo, provocándoles daños permanentes o temporales, en este rubro – una vez más- el Estado de México resultó más alto. En cuanto a la violencia sexual, el 7.3% de ellas dijo haber sido intimidada o dominada para tener relaciones sexuales sin su consentimiento.

Además de los datos duros, la encuesta también dejó entrever que muchas señales de violencia son ignoradas o incluso justificadas, por ejemplo, casi un 17 por ciento de las mujeres estuvo de acuerdo con que ““una esposa debe obedecer a su pareja en todo lo que él ordene” y otro 15% consideró como una obligación el tener relaciones sexuales con su cónyuge. Respecto a eso, la también catedrática de la Facultad de Psicología de la UNAM identifica algunos de los factores por los que las personas pueden desarrollar actitudes violentas o solaparlas: Maltrato o poco afecto por parte de los progenitores, desempleo, por imitar los que hacen otras personas que emplean la agresión para resolver problemas, pasar por un proceso de divorcio, alto nivel de estrés, sentimiento de frustración por los fracasos sentimentales o laborales a lo largo de su vida, los valores respecto a la agresión que predominen en su estrato social o que comparten con amigos y familiar.

IDENTIFICACIÓN Y PREVENCIÓN En ambas investigaciones el común denominador, y aspecto más preocupante es que las personas son incapaces de identificar la violencia como tal, es decir, creen que es natural que en una relación se llame a todas horas, se cele y se golpee “jugando”. Esta “ceguera” se da porque la agresión durante el noviazgo tiene un alto contenido afectivo y emocional que hace que se disfrace y pase desapercibida. Sumado a las educación costumbrista que algunas personas podrían tener y conceptos como el machismo. La especialista Esperanza Carlos diferencia las agresiones en físicas y en emocionales, en las primeras identifica los golpes, jalones, insultos, amenazas y las expresiones que persiguen el propósito de herir a la otra persona como “Decir ‘qué fea te ves hoy o qué tonto eres’ “, ejemplifica. Por la parte emocional, “cuando alguien es muy hostil logrando que la persona se sienta mal, afligida, afectando a la pareja, mientras el agresor no siente remordimiento alguno, con frases como ‘Tú nunca puedes lograr nada”.

Algunas señales de violencia psicológica a identificar es cuando tu pareja reacciona de forma exagerada a situaciones de celos, chantajes, o situaciones de la vida cotidiana y puede ser un alto nivel de riesgo. Algunas personas tienen inclinación permanente a la violencia, otros usan la agresión para lograr algún propósito y algunos otros son sólo rápidos en explotar en ira intensa”, continúa la psicóloga Carlos Hernández.

Aquí te dejamos 10 señales con las que podrás reconocer si tu pareja tiene tendencia a la agresión o si te encuentras dentro de una relación peligrosa:

1.      Te pone apodos o te llama de maneras que te desagradan, sobre todo en público.

2.      Ha intentado chantajearte sentimentalmente, o lo has descubierto mintiendo y engañándote.

3.      Trata de controlar tus actividades, con quién sales, revisa tu celular e incluso te hace prohibiciones.

4.      Te cela, insinúa que andas con alguien más, o te compara con sus ex novias.

5.      Ha destruido alguna posesión tuya (cartas, regalos, celulares).

6.      Identificas que te “manosea” o hace caricias agresivas.

7.      Te ha golpeado argumentando que es “de juego”.

8.      Ha ocurrido violencia física: cachetadas, empujones, patadas hasta puñetazos.

9.      Amenaza con golpearte, encerrarte, dejarte o incluso con matarte.

10.  Te obliga a tener relaciones sexuales o incurre en violaciones.

 La psicóloga hace referencia a Virginia Satir, una terapeuta estadounidense: “un factor determinante en la forma de calificar una experiencia amorosa o tener expectativas ante ella es la autoestima pues ‘entre más elevada sea, menos dependeremos de la demostración concreta y continua de valor que tenemos del cónyuge, para sabernos valiosos.

 Por el contrario, si nuestra concepción del yo es baja, tendremos a depender de las autoafirmaciones constantes originando ideas equivocadas de lo que puede ser el amor´”, dice. Ante las primeras señales, indica que es muy probable que la violencia aumente o que pase del abuso psicológico al físico, por lo que se recomienda estar consciente de las consecuencias y buscar ayuda profesional. En cuanto a los casos más graves se debe acudir a interponer una denuncia a la delegación correspondiente, o al Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (CAVI).

Por último, Esperanza Carlos nos dice que “el amor no puede cumplir con todas las exigencias que la vida de pareja presupone, también son fundamentales la inteligencia, la información, la conciencia y la competencia, complementando la satisfacción del individuo. No debes tener una relación violenta, debes tener una pareja complementaria y compartir la vida”.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/30-06-2013/659780. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

Cuando se menciona la palabra “violencia” al instante se piensa en agresiones físicas, mutilaciones, homicidios, sin embargo ésta está presente en la vida cotidiana de las relaciones de pareja que en muchas ocasiones para desapercibida.
Por: Daniela Medina - junio 30 de 2013 - 0:00 Revista SD, TIEMPO REAL
Por: Daniela Medina - junio 30 de 2013 - 0:00 Revista SD, TIEMPO REAL
Por: Daniela Medina - junio 30 de 2013 - 0:00 Revista SD, TIEMPO REAL