miércoles, 16 de marzo de 2011

La Sexualidad en la Mujer

Es a partir de  las ultimas décadas del siglo XX donde comienzan a visibilizarse los derechos humanos de nosotras las mujeres, tras siglos de discriminación, exclusión y violencia en todas sus formas desde antes de nacer hasta la vejes, por el simple hecho de ser mujeres…. Los derechos sexuales y derechos reproductivos son “derechos humanos”.
La sexualidad humana no se reduce a la genitalidad y a lo reproductivo, como han   insistido ciertos sectores de la sociedad.  La sexualidad es un lenguaje de profundo sentido humano, con sus códigos y signos propios;  comunicación y formas supremas de expresión del amor, de la atracción a través de nuestros cuerpos.
No se trata de conocernos solamente desde  de la anatomía y fisiología. Tanto las mujeres como los hombre somos  mas que   cuerpos, que  muy lamentablemente la sociedad capitalista ha “cosificado” y los ha convertido en objetos de consumo. La sexualidad afecta  la experiencia psíquica, las relaciones interpersonales, los papeles o roles sociales.
El capitalismo  ha instrumentalizado, comercializado el cuerpo femenino al que exhibe ya sea para vender un nuevo modelo de autom
óvil o anunciar cualquier otro producto, por insignificante que sea. Problemáticas como el tráfico y trata de mujeres, niñas y adolescentes se incrementa día a día, así como la violencia sexual.
 Los tiempos actuales están marcados también por la presencia de  movimientos feministas que  se han ido masificando  más y que inducen a  cambios significativos en el papel de las mujeres  dentro de las sociedades, con  visión de inclusión. Deseamos un tratamiento humanizante en el mejor sentido de la palabra e integral de la sexualidad.
¿Qué es el sexo?
Se refiere  a los órganos genitales, es la primera identificación que tenemos al nacer. Se nace niña o se nace niño y allí comienza nuestro aprendizaje del género, de lo femenino y masculino.
¿Que es la relación sexual?
Es la estimulación mutua entre dos personas de sexo opuesto o del mismo sexo para obtener una respuesta fisiológica de placer, que no va estar dada exclusivamente “por los órganos genitales” . Es de mencionar que hay que tomar en cuenta nuestra piel, nuestros sentidos, nuestros pensamientos, afectos y emociones.
La capacidad de expresar placer, confort de nuestra sexualidad va muy sujeta  al hecho de ser "hombre" o "mujer" y es porque se asocia "sexo" con los papeles sexuales, es decir, la serie de comportamientos esperados para un hombre y una mujer dentro de una determinada sociedad.
 La sexualidad no se limita al sentir de nuestros órganos sexuales, ni solo al placer que estos nos brindan, ni a la capacidad de reproducción que tenemos. El hecho de ser hombre o mujer no solo implica que tengamos órganos de mujer u Hombres  sino también se refiere a nuestros comportamientos, nuestros sentimientos, y nuestros papeles en la sociedad.
Nuestra manera de expresar la sexualidad es diferente según seamos hombres o mujeres. Las expectativas sociales dentro de los  valores culturales que nos enseñan desde que nacemos (ejemplo: si es niño, un culto al falo. De quien es ese pipicito, ¿Cuántas novias vas ha tener? etc., etc.   Si es niña, ni que se “toque sus genitales”, “son asquerosos lávate bien”, se puede llegar a la vida adulta, incluso la vejez y jamás se han visto sus genitales, ni saben ¿Cómo son?)
Nuestra cultura patriarcal  convierte a los  hombres en violentos,  en  agresores,  él que seduce, él que toma la iniciativa, al que no adquiere compromiso afectivo, a tener muchas oportunidades sexuales. Mientras a nosotras las mujeres nos educan para ser  pasivas y receptoras, ser calladas, ser coquetas, a no envejecer, a ser siempre dulces, a no tomar decisiones, a sacrificarnos por el otro, a aguantar el dolor, a no sentir placer, a magnificar el amor.
La cultura Patriarcal que “permea a mujeres y hombres” ha creado una imagen de la "mujer buena" como un ser sin sexualidad, que no responde con placer, que no inicia la actividad sexual, y que acoge sexualmente al hombre en forma pasiva, la “marianizacion de la mujer” (virgen maría). Esta es la mujer que muchos hombres ven como la esposa y madre de sus hijos y también es la mujer a la cual los hombres le son “altamente“infieles con la "mujer mala". La "mujer mala" es sexualmente desenvuelta, sensual, exigente, y espontanea. Es la mujer "amante" de los hombres que tienen a la mujer buena en casa cuidando a sus hijos y si esta se le ocurre cambiar, es objeto de violencia en todas sus formas: psicológica, económica, sexual, física.


 Estos papeles o roles sexuales no son compatibles con la realidad sexual de hombres  y  mujeres e impiden el desarrollo óptimo de ambos. De allí la genesis de muchas disfunciones sexuales. De hecho quienes mas acuden en un alto porcentaje a la consulta de sexología, son los hombres. Por prejuicios  y temores que todavian tienen muchas mujeres en la actualidad con respecto a su sexualidad, no se atreven a buscar orientación o ayuda.

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