domingo, 5 de junio de 2011

Embarazo adolescente: una cuestión de inequidad

Durante mucho tiempo los términos sexo y género se utilizaron indistintamente para referenciar al hombre y a la mujer. Hoy se reserva el término sexo para definir las diferencias genitales, biológicas y fisiológicas del hombre y de la mujer, y el de género, para definir el conjunto de rasgos de personalidad, actitudes, afectos, valores, creencias, conductas, actividades, que la sociedad asigna  al hombre y a la mujer. El género es un concepto relacional y diferencial. Es relacional en tanto la noción de género relaciona a las mujeres con el hombre, especialmente en las relaciones de poder. Es diferencial porque los estudios de género se basan en cómo se diferencian hombres y mujeres a partir de la diferencia sexual. Esta diferenciación es producto de un largo proceso histórico de construcción social, que no solo promueve diferencias entre los géneros sino que a la vez ellas implican relaciones de desigualdad y jerarquías de poder entre ambos sexos.

 En nuestro país donde las mujeres de nivel socio económico bajo, (las mas pobres mantienen una tasa de fecundidad alta y las adolescentes, una se pregunta; si se debería tener estrategias de prevención para ambas poblaciones, hasta donde, ¿una incide sobre la otra?

 Venezuela ocupaba hace algunos años el primer lugar en Suramérica en embarazo en adolescente o embarazo temprano, aun no me acostumbro a ese termino, porque considero que es el embarazo que ocurre en una etapa de la vida que es precisamente en la adolescencia, también aclaro que no estoy actualizada en las estadísticas. Deseo ser cuidadosa y por ello aclarar que obviamente no se trata más que de una opinión muy personal, de la experiencia profesional cotidiana.  Pero el embarazo en adolescentes trata de una problemática sumamente compleja, determinada por numerosos condicionantes de índole personal, familiar y social, requiriendo de un análisis profundo acerca de la constitución de la subjetividad en esta niñas y niños que transitan la adolescencia, de un contexto histórico social y sus diversas formas de impacto en las diferentes clases sociales.

 El embarazo adolescente coloca a las niñas y jóvenes en una situación de gran vulnerabilidad pues, en primer término ocurre durante una etapa de profundos cambios bio psicosociales  de la adolescencia. Definimos a la adolescencia como una etapa de transición hacia la adultez. En esta etapa surgen interrogantes acerca de su identidad, "¿quién soy?" “¿Qué quiero?” “¿A dónde voy?”. (Todas y todos pasamos por allí) en esta etapa de la vida, con sus cuestionamientos acerca de la identidad, sólo se produce en situaciones de transición. Esta etapa de tránsito hacia la adultez, que no por ser de tránsito es corta o pasajera, tiene que ver con un período muy importante de nuestros cambios fisiológicos en la vida de los seres humanos: la capacidad de dar vida.

También socio culturalmente se presenta un gran problema de inequidad con lo que ha sido el aprendizaje del género: el embarazo, con la particularidad de trascender en ese momento de plena maduración, crecimiento de la niña, y para el que difícilmente pueda estar preparado su cuerpo y su psiquis. La experiencia del embarazo marca un hito en la psicosexualidad de la mujer y puede estar acompañada por fantasías y ansiedades muy diversas, para cuya dilucidación es necesario tener en cuenta las circunstancias en que se produjo el embarazo, el deseo o el no deseo y la historia de vida personal y familiar. Sobre todo tomando en cuenta que no es un hecho aislado, ni que simplemente dependa de la niña, aunque en el nivel del discurso social se diga "se embarazó" o quedo embarazada", como un hecho natural, si se es mujer por lo tanto es esperable que se embarace. Porque el hombre, aunque participe, jamás es su problema, la sociedad no espera de él  que sea padre a temprana edad, al contrario, es un hecho de “reafirmación de su masculinidad” que todo el mundo aplaude…. Por añadidura el entorno familiar o social trata por todos los medios de que ese niño o adolescente no se responsabilice de ese embarazo, hasta lo llegan a sacar de la comunidad, lo cambian de escuela porque ese niño no es de él….. tanto es así, que hay dichos populares: “recojan sus gallinas, que mi gallo anda suelto”

Las representaciones acerca de la maternidad que la sociedad impone desde muy tempana edad a la mujer, el producto de ser madre y el sentimiento subjetivo que surge a partir del futuro hijo/ hija y del vínculo que se establezca con el producto del embarazo. Realizar una función materna que no siempre eligió, la coloca en posición de sometimiento a su biología, ciñéndola a un futuro regulado por su condición maternal y probablemente poco vinculado con la dinámica de la adolescencia, la que a su vez reclama protección y contención . La maternidad adolescente involucra a dos seres, una niña-madre, que no ha completado su desarrollo y un futuro hija/o en gestación; ambos necesitados de apoyo Familiar y Social, por lo cual es necesario contener emocionalmente a esta joven, cubrir ese apoyo  es necesario, para que ella a su vez pueda ejercer su propia función materna con madurez y fortaleza emocional.

Numerosos estudios demuestran que no todas las niñas están expuestas por igual a la posibilidad de tener un hijo antes de cumplir los 18 años, existen cuestiones de edad, de género y de clase social que generan esta desigualdad. Cuando me refiero a la edad como factor de desigualdad, en realidad, lo que  se pretende, es tener en cuenta las diferencias que resultan de los distintos momentos o sub etapas de la etapa adolescente, ya que no es lo mismo un embarazo a los 10 o 13 años que a los 18.

Desde una perspectiva psicológica, podemos suponer que a los 18 años, se producirá una ruptura progresiva de los vínculos parentales tendientes a una mayor autonomía. Al mismo tiempo el erotismo a esa edad, demanda un procesamiento psíquico que no responde exclusivamente a las variables del desarrollo físico, sino que reclaman niveles afectivos mas comprometidos.

 Una adolescente de 10 - 13 años, viviendo la  pubertad y aun la niñez, dispone de una sexualidad que, por lo general, no sabe como manejar, no demandada por exigencias funcionales, pero sí la influencia de los medios de comunicación, pares o modelamientos sociales de su entorno que pueden conducirla a ensayos tempranos. Por otra parte, no puede desconocerse que gran parte de los embarazos ocurridos en estas edades son producto de situaciones de abuso sexual o violación.

Desde la perspectiva de género, sabemos que la maternidad adolescente coloca a estas jóvenes o niñas madres en una situación de desventaja en cuanto a su autonomía psíquica, a su desarrollo personal e inserción social.

Al explorar sobre la circunstancias en que se produce el embarazo, nos encontramos con que no siempre es producto de una relación consolidada, de una pareja de enamorados que se embarazan y quiere tener un bebé, en muchos casos es el resultado de una relación casual, donde la pareja se desentiende del producto de la concepción. La maternidad en esta etapa, suele conducir a uniones que quizás no se hubieran realizado en otras circunstancias y que conforman  altos niveles de fracaso. La situación de abandono de la pareja en cualquiera de los momentos del embarazo, coloca a las adolescentes en la categoría de madres solas o solteras, con todas las consecuencias que ello implica.

 Acerca de estos asuntos de la relación de pareja, seria  interesante analizar las tendencias y comportamientos que circulan en el imaginario social. La prolongación de la etapa de la adolescencia, la modificación de los ideales que los adultos proponían a los adolescentes y la incorporación de sus propias demandas, generalmente opuestas a las pretensiones de los mayores, ha conducido en este aspecto a una autonomía en el seno de la familia y al ejercicio de la sexualidad por fuera de la alianza matrimonial. Así mismo, la soledad como estado posible, no desventurado o desprestigiado socialmente, como ocurriera tiempo atrás, quedando subjetivizada.

 Sin embargo, también se mantiene la tendencia, consistente en considerar que la felicidad se construye de a dos y se consolida con la aparición de descendientes. Desde esta perspectiva, persiste en la mujer, el deseo consciente o inconsciente de "ser elegida", en la convicción de quedar socialmente en una situación de ventaja. Y es lo que muchas veces observamos en los lugares socioeconómicamente deprimidos, que   es un “asunto de status”, salir embarazada del malandro o guapetón del barrio y varias jovencitas compiten por ese afecto y ser la elegida (para bien o para mal) da prestigio.

La interpretación del embarazo adolescente en los diferentes estratos sociales debería realizarse teniendo en cuenta las demandas de las propias metas funcionales y también lo que en cada medio social significa el embarazo. En ciertos niveles, donde la embarazada adolescente es a su vez hija de una mamá que se embarazó siendo adolescente, y que tiene otra hermana que tiene otro bebé, hay una naturalización de esa situación (se repite el guión).

 Las diferencias de clase social son muy evidentes tanto en el significado que se le otorga a ese embarazo como a los recursos cognitivos y materiales con los que cada niña cuenta para afrontar esa situación. Numerosos estudios muestran que las consecuencias del embarazo adolescente colocan a estas jóvenes en una situación de desventaja con relación a sus pares que no han pasado por tal situación. Aunque en algunos casos el embarazo en las adolescentes puede llegar a término en condiciones que no alteran significativamente la calidad de vida de las embarazada, en la mayoría de los casos pueden tener efectos devastadores.

 Diversos estudios comparativos demuestran que las posibilidades de pobreza para las adolescentes que tienen un hijo/a son siete veces mayores que para las adolescentes no embarazadas. A su vez las posibilidades de divorcio o separación de su compañero son tres veces mayores para las adolescentes que tuvieron un hijo/a y los salarios que recibirán serán considerablemente inferiores que los de las adolescentes no embarazadas.

 Con respecto a los hijos/as de las adolescentes embarazadas, la prematurez, el bajo peso al nacer y la mortalidad perinatal y neonatal son mucho mayores en ellos que los nacidos de mujeres adultas. Además, los hijos/as de madres adolescentes presentan el riesgo más alto de maltrato físico, de negligencia en su cuidado, de desnutrición, de retardo físico y emocional.


 La crisis familiares y la adolescente embarazada

 Es importante analizar el desarrollo de las crisis familiares que se genera a partir de la irrupción del embarazo de la adolescente al interior del grupo familiar, crisis que recorrerá diversos caminos dada la variedad de circunstancias que la determinan y la capacidad de protección y de contención disponible. Aquí nos encontramos con una diversidad de respuestas posibles que van desde: generar un espacio de contención y apoyo hasta el otro extremo de la expulsión del hogar, en las que estas jóvenes o niñas comienzan a deambular buscando algún familiar cercano y casos también  viviendo en las calles. 

 En otros casos, pasada la crisis, permanecen en el hogar pero con escasas posibilidades de continuar sus estudios o conseguir un trabajo para atender las nuevas necesidades materiales que demandará el bebé. En las clases sociales de un mejor nivel socioeconómico, los padres suelen hacerse cargo de la situación previendo los recursos necesarios para que la joven pueda continuar con sus estudios y actividades habituales, o donde un alto porcentaje de casos, la solución es el aborto, ( por eso es la famosa frase del movimiento de mujeres organizadas: “las pobres mueren y las ricas abortan”) otro problema invisibilizado que muchas sociedades no quieren admitir y mucho menos plantear soluciones.

 Las y los adolescentes y su sexualidad

¿Qué motivos llevan a las  niñas y adolescentes a iniciar su vida sexual?

 La mayoría intenta expresar  afecto, al contrario de  los hombres para quienes el afecto pasa a un segundo lugar, primero esta el deseo, el experimentar y poner en practica su masculinidad. El afecto o el “amor” es la emoción  dominante en  las mujeres que buscan en la relación sexual, afirmando que es lo más lindo en ella es estar juntos y quererse. El cuento de hadas, de el príncipe azul, etc…, que los medios de comunicación se encargan de perpetuar en las mujeres (novelas rosa, por ejemplo) Mientras que a los hombres se le enseña a ser “play Boy”.

Muy lamentablemente, considero que no hemos asumido una educación de la sexualidad con perspectiva de genero desde la realidad de nuestros adolescentes, construir con ellos y desde los valores positivos una educación de la sexualidad integral y de calidad. Muchos adultos voltean la cara o cierran los ojos o son punitivos al extremo..

¿Que preguntan las muchachas y muchachos?

 ¿Cómo hacer para no quedar embarazada? ¿Cómo se hace una relación sexual? ¿Cómo podemos prevenirlo? ¿Cómo debería ser la primera vez?
¿Cómo hacen un bebe una mujer y un hombre?; ¿Para quedar embarazadas, hay que tener relaciones sexuales?
 ¿Cómo nos quedamos embarazadas las mujeres?, ¿Cómo nos damos cuenta?; ¿es bueno o es malo?; ¿cómo hacemos para cuidarnos?
¿Como te sientes cuando estás haciendo las relaciones sexuales?; ¿Es normal que a las mujeres les venga la menstruación?; ¿cómo es para no quedar embarazadas?
¿Qué pasa cuando una muchacha se hace un aborto?; qué siente una mujer cuando hace el amor? Cómo se hace el sexo?; ¿cómo se puede contagiar el sida?
 ¿Se puede tener relaciones sexuales con la menstruación?; ¿existe el amor a primera vista?; ¿qué es el espermatozoide y el pene?; ¿cómo una mujer puede cuidarse del embarazo?; ¿a los cuántos años te llega la menstruación, y a los cuántos años una adolescente puede quedar embarazada?; ¿qué son los ovarios?; ¿cómo me doy cuenta que estoy embarazada?
¿Por qué a algunas mujeres les duele cuando tienen sexo?; ¿para qué necesitas ponerte preservativos si no sirve?; ¿a qué edad empiezan a tener espermas los hombres? ¿ como sé que ya tengo espermatozoide?
¿Cómo es el desarrollo de un hombre?
¿En la primera relación sexual siempre se quedan embarazadas si no se cuidan ninguno de los dos?
 ¿Cómo rompen la virginidad los hombres?

 Estas preguntas  y preocupaciones manifestadas por las y los adolescentes nos muestran de alguna manera los caminos hacia donde orientar el abordaje de esta situación, quedando las clásicas charlas sobre educación sexual, preferentemente en las escuelas, como estrategias incompletas, al menos para abarcar la diversidad de factores que entran en juego, en la sexualidad de los y las adolescentes y en el embarazo. Mirar la sexualidad desde la perspectiva reproductiva y biologicista, implica limitar el ejercicio de nuestra sexualidad en cuanto placer, en cuanto a la expresión del amor a través del cuerpo, esencial para el desarrollo y ajuste de la personalidad, y como importante medio de comunicación interpersonal.


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